sábado, 30 de abril de 2022

La chica de salitre y algas

Es raro escribirte desde un lugar 
en el que tú y yo ya no estamos.

Elvira Sastre

Las historias a medias

son las que se terminan

antes de empezar. 


Se conjugan en tiempo pasado 

y futuro imposible.


Llevan el cartel de no disponible

y están cargadas de intentos

y esfuerzos que dejan exhausta.


Atrapan

Retan

Agotan

Y destruyen.


Porque hay personas con las que

no existe posibilidad

por mucho que empeñes 

tu presente. 


El amor todo lo puede

-dirán los kamikazes-


Si puedes soñarlo, puedes lograrlo

-véte a la mierda ya, Mr Wonderfull,

deja de jodernos la cabeza-


Que yo ya se donde no es

por mucho que me esfuerce.

Lo que no quiero

por mucho que lo desee.

Lo que no voy a aguantar

por mucho que sea fuerte. 


Lo peor de las historias a medias

es el regusto amargo de esperanza

que dejan;


No pudo ser porque no era el momento.

Quizás cambie.

Tal vez vuelva.


Se alimentan de futuribles

y nunca acaban

porque siempre terminan. 


Las historias a medias son traicioneras.


Lo que no pasó, no volverá.

Lo que no fue posible, no lo será.

Lo que no te gustaba, no cambiará.

Lo que no pudo ser, deja de esperarlo.


No se puede reescribir 

lo que nunca sucedió

ni echar de menos

lo que no vivimos. 


Todo lo demás, 

expectativas no cumplidas.

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